Texto académico
La inteligencia
artificial ¿Hacia dónde nos lleva?
Renato Gómez Herrera
(2013)
Introducción
El artículo del autor trata el tema del
uso de la inteligencia artificial, desde sus rudimentarios inicios en
computadoras que sólo efectuaban operaciones matemáticas simples, pasando por
los actuales dispositivos y “robots, hasta los futuristas intentos de emular
todas las acciones mentales y físicas humanas en máquinas que nos reemplacen en
casi todo, con las posibles repercusiones sociales, económicas y culturales que
tal desarrollo implica y concluyendo que si tales avances mejoran nuestra calidad
de vida y son amigables con el medio ambiente, entonces la inteligencia
artificial será un gran logro.
Desarrollo
El autor inicia su artículo con una breve descripción
del inicio de las computadoras como un intento humano de emular a dios en la creación,
pero que con sus torpes inicios, la informática no dejó de evolucionar , y
menciona “Los niños de hoy viven en un mundo que, por lo menos en parte, la ciencia
ficción imaginó hace 50 años “(Herrera, 2013,p. 1), y en verdad cuánta razón
tiene, pues a medida que el tiempo transcurre, el futuro nos alcanza, al grado
que cualquier idea tecnológica que pudiera sonar descabellada, no nos
sorprendería.
Enseguida, Herrera(2013) trata el tema ¿ A
nuestra imagen y semejanza?, donde de una manera simple inicia con el origen
del término Robot y describe su evolución de simple androide metálico que
amenaza a heroínas en las películas, hasta ahora que ya forman parte de nuestra
vida, y es a partir del siglo XX, que el hombre inicia su intento de imitar a
la creación, dando origen a prototipos que intentan ser copia fiel del ser
humano, en sus movimientos y sobre todo, con inteligencia artificial capaz de realizar
acciones de manera autónoma.
Por supuesto que los primeros intentos ni
remotamente se asemejan al humano, pero ya en los 80’s, el hombre es capaz de crear
robots útiles que con su precisión, desplazan al ser humano en fábricas de Japón,
pero por su costo, aún no son capaces de sustituir la mano de obra humana.
Estos y otros intentos robóticos de imitar
al ser humano para efectuar actividades diarias como limpiar pisos, ya existen
y seguramente serán económicamente factibles, al producirlos en serie, pero que
se asemejen físicamente a nosotros no se puede adivinar, y como dice el autor “Lo
que parece más factible es que sus
cerebros electrónicos tengan algún grado de inteligencia “(Herrera, 2013, p2).
A continuación, el autor aborda el tema ¿Puede
la inteligencia ser artificial?, la cual la define como “el medio por el cual las
computadoras, los robots y otros dispositivos realizan tareas que normalmente
requieren de la inteligencia humana” (Herrera,
2013,p3). El autor ejemplifica el uso de la inteligencia artificial en actividades
normalmente humanas y comenta que “la IA agrupa un conjunto de técnicas que, mediante
circuitos electrónicos y programas avanzados de computadora, busca imitar procedimientos
similares a los procesos inductivos y deductivos del cerebro humano “(Herrera,
2013, p3).
También comenta que “el desarrollo de la inteligencia
artificial se basa en el estudio de las redes neuronales humanas y sobre esa
base, reproducir electrónicamente el funcionamiento del cerebro”(Herrera,
2013,p3) y personalmente creo que no estamos muy lejos de lograr un mejor
acercamiento al funcionamiento de nuestra computadora humana, el cerebro pues
ya hoy día, existen computadoras cuyo funcionamiento se basa en este sistema y
son capaces de vencer a cualquier
jugador de ajedrez y aprender de ellos para adelantarse a sus jugadas y
ganarles.
Otro ejemplo de este sistema son los autos
robot que de manera autónoma pueden circular sin intervención humana y
seguramente cuando se generalice su utilización y bajen sus costos, será la forma
más segura de viajar.
En poco tiempo, los procesadores reducirán
su tamaño y aumentarán su capacidad para ser utilizados en mayor número e imitar
a las neuronas cerebrales y con ello aprender de lo que “ven”, “prueban” o “sienten
“.
Para reforzar su tema, Herrera (2013) incluye
una entrevista con el Dr. Ismael Espinosa, Espinoza, investigador de cibernética
de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en la cual el autor le cuestiona sobre
el futuro de los robots y el académico responde que posiblemente sean robots biológicos,
y nuevamente vemos lo cerca que estamos de los androides, mezcla humana y máquina.
En lo que respecta a una posible clonación del cerebro humano, reafirma que el
usos de redes neuronales lo emularán en cuanto la complejidad del manejo de múltiples
redes se domine.
Finalmente
el científico, comenta el atraso de México
en el estudio de las redes
neuronales y su aplicación en la cibernética y además comenta que su desarrollo
es multidisciplinario y eso es muy complejo
En otro párrafo, el autor aborda el tema
de ¿Qué podemos esperar en el futuro? Y aquí presenta varios ejemplos que son
muy factibles de realizar como
procesadores mil veces más veloces, o lentes de realidad virtual, un internet más
veloz, cada vez más opciones de educación
virtual, cada vez más robots en la vida cotidiana, edificios inteligentes
transacciones bursátiles hechas por computadoras, incluso cirujanos cibernéticos.
Es abrumante el futuro que nos espera y que está a la vuelta de la esquina.
Y aquí, el autor se pregunta ¿las maquinas
piensan? Y responde que aún no, pues carecen de mecanismos intuitivos, creatividad y por no tener una interrelación
social como el hombre, no pueden evolucionar.
Enseguida se hace la pregunta ¿y la gente?
Y es en este punto donde la inteligencia artificial plantea muchas
interrogantes de impacto social, pues ¿Qué pasará con la gente que no tiene acceso a la educación y la tecnología ?¿Y las relaciones
humanas ,¿Y la brecha entre pobres y ricos?
Es indudable que habrá muchos desempleados,
que las relaciones humanas, sociales y de producción, así como las laborales cambiarán.
Finalmente, se plantea las dos posibles
rutas que seguirá La inteligencia artificial: por un lado probablemente esté al
servicio de una minoría, lo que será devastador y por el otro, el que queremos
la gran mayoría, el que sirva para mejorar el nivel de vida de las mayorías y
sea amigable con el medio ambiente, lo que la haría una real inteligencia artificial.
Conclusión
Indudablemente
que el desarrollo de la inteligencia artificial va hacia un futuro que facilitará
la mayor parte de las actividades humanas, pero todo desarrollo nos cobra
factura, así pues estamos ante la interrogante de usar la tecnología para mejorar
nuestra calidad de vida de una manera amigable con el medio ambiente o
beneficiar a una minoría con las consecuencias que ello acarrearía para la mayoría
de nosotros.
Así ha pasado a lo largo de la evolución
de la inteligencia artificial, pero creo firmemente que los beneficios superarán
las posibles repercusiones de su rápido desarrollo.
Reflexión
Escogí este tema por ser muy actual e importante en nuestra vida diaria y al leer lo escrito por el autor, despertó en mí la reflexión con su artículo,
y partiendo de la evolución misma de la inteligencia artificial, las inquietudes saltaron a mi mente pues cada vez nos acercamos más a la complejidad del cerebro humano y eso puede
volver realidad la angustiante visión de máquinas autónomas, capaces de rebelarse
a sus creadores y ser una pesadilla, pero también de las bondades del desarrollo
de la inteligencia artificial que nos librarán
de errores humanos que tantas vidas han costado.
Todo depende no de la evolución
de la inteligencia artificial, sino de la evolución del ser humano que la esté desarrollando.
Fuentes consultadas
Gómez Herrera, R. (2013). La inteligencia artificial. ¿Hacia dónde nos
lleva? ¿Cómo ves?, N°. 2, (Pp. 1-4). México: UNAM, recuperado el 14/04/2016 de: